Un híbrido, y en concreto un Toyota híbrido es un coche impulsado por dos motores de distinta naturaleza: por un lado, un eficiente motor de combustión y por otro, un potente motor eléctrico. De este modo, el coche utiliza o alterna ambas fuentes de energía para moverse de una forma más económica y sostenible sin perder las prestaciones de un vehículo tradicional. Es decir a veces circula sólo en eléctrico y otras con una combinación eléctrica y de combustión.
Lo bueno de los Toyota híbridos es que tienen una forma inteligente de gestionar la potencia y de seleccionar qué tipo de propulsión utilizan. En función de la calzada y las necesidades del conductor, el coche repartirá de una forma u otra el trabajo entre ambos propulsores.
Se trata de una tecnología que Toyota patentó hace muchos años, en 1974. Poco más de 20 años después, esa patente híbrida se instaló en el Toyota Prius, coche que supuso una auténtica revolución para la industria del automóvil. Un símbolo para la marca, ya que se trató del primer Toyota híbrido de la historia.